Los bosques nativos representan uno de los hábitats más difíciles en donde realizar observación de aves, debido a la gran densidad de vegetación presente, que algunas veces cubre casi 360º de visibilidad.
Por lo mismo, la mejor forma de identificarlas es a través del canto, característico de cada especie, y que en algunos casos incluso son de carácter onomatopéyico, como el escurridizo Hued Hued.
Las aves cumplen una importante función en la mantención y funcionamiento de los bosques. Hay especies que escarban en el suelo, dispersando las semillas; están las que se alimentan de insectos, controlando su población; y las que se alimentan de animales muertos. Por lo tanto, las aves son un indicador de la salud de un bosque, que se puede medir con la densidad poblacional de ciertas especies, la cual disminuye cuando el ambiente va perdiendo algunas de sus cualidades.
Una de las características determinantes de la diversidad biológica de los bosques húmedos templados es su aislamiento biogeográfico:
Este carácter insular ha promovido la evolución de una serie especies alcanzando altos grados de endemismo: